¿POR QUÉ SE PRODUCEN LAS CAÍDAS EN PERSONAS MAYORES?
Es una buena pregunta, sobre todo, si no sabemos porque se producen, ya que, no podremos evitarlas.
Seguro que alguna vez os habéis hecho estas preguntas:
-¿por qué me caigo?
¿por qué tropiezo tanto?
¿por qué me siento más torpe al caminar?
La respuesta es más sencilla de lo que parece, aunque no por ello dejan de ser importantes las consecuencias de lo que significa.
La caída es un síndrome común entre las personas mayores y no tiene que ver sin más con la edad, sino que es un síntoma de que “algo anda mal” es decir, es una señal de alerta.
Las caídas, con su cascada de efectos, pueden rápidamente llevar a un adulto mayor a la dependencia y a quedarse sentado por miedo a caerse otra vez.
Todo el mundo se ha caído alguna vez, pero las consecuencias no son las mismas; depende de las circunstancias y de la edad.
Un gran porcentaje de las fracturas de cadera se deben a caídas, pero la fractura de cadera no es la única consecuencia negativa, ya que, la aparición de una caída predispone a que se repita. Sin embargo, no se debe pensar en las caídas como en un fenómeno fortuito, sino que, en un gran número de casos, se pueden prevenir. Por eso, se deben tomar medidas en este sentido.
Si es verdad que se da con más frecuencia en personas mayores y diréis ¿y por qué?
Bueno pues ahora voy a abrir la caja de pandora para que salgan algunas de las repuestas: los primeros son los cambios fisiológicos:
Ahí van …
- Edad avanzada
- Alteraciones en la vista: las caídas se asocian a las cataratas y pérdida de agudeza, la tolerancia a la luz y la adaptación a la oscuridad.
- Alteraciones en el sistema vestibular: menor equilibrio
- Pérdida de masa ósea (artrosis, osteoporosis)
- Rigidez articular
- Modificaciones en la cadera: si son fuertes favorecen las caídas
- Alteraciones podológicas o modificaciones en el pie que influyen en la marcha y en el equilibrio: huesos, circulación, dolor…
- Alteraciones de la marcha.
También existen cambios patológicos:
- Enfermedades neurológicas, entre ellas destacan, el Parkinson, accidentes cerebrovasculares, Alzheimer, etc.
- Trastornos del estado de ánimo, la depresión provoca síntomas que conducen a una situación de falta de actividad y motivación, también se altera la atención, aparece un mayor descuido en la higiene personal y en otras actividades de la vida diaria, a esto hay que sumarle la medicación.
- Síncope. La aparición de una pérdida repentina de consciencia se asocia irremediablemente con la caída.
- Incontinencia. La incontinencia se asocia estadísticamente a las caídas, existen hipótesis que apuntan a la prisa por evitar las pérdidas de orina como factor desencadenante de la caída.
- Patología sensorial, una mala visión, alteraciones patológicas del oído pueden originar mareos, vértigo y sensación de inestabilidad.
- Uso de determinados fármacos
Entre otros y también los cambios ambientales:
- Vivienda. La vivienda es un lugar de alto riesgo. Aunque se conozca a la perfección e inspire seguridad, a veces lo que provoca es un exceso de confianza. En otras ocasiones, deja de ser seguro al perder las capacidades que antes permitían desenvolverse en la vivienda. Por ello hay que cuidar el mobiliario, la iluminación, los suelos, escaleras y obstáculos que puedan resultar un riesgo de caída.
ES POR TODO ESTO QUE TIENEN GRAN IMPORTANCIA ESTOS CAMBIOS QUE SE PRODUCEN Y A LOS QUE DEBEMOS DE PRESTAR ATENCIÓN PARA
1. Prevenir las caídas
2. Detectar precozmente los factores de riesgo.
3. Estimular la independencia de la persona.
4. Educar para corregir la predisposición a dichas caídas
Espero os haya gustado, seguiré hablando de las caídas y su prevención en el próximo artículo.
Si has sufrido un caso similar, contacta con nosotros. Podremos ayudarte y poner a tu disposición un terapeuta ocupacional en la Comunidad de Madrid.