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La psicomotricidad juega un papel crucial en el cuidado y la mejora de la calidad de vida de las personas con Alzheimer. Los ejercicios y juegos diseñados específicamente para estimular la psicomotricidad pueden tener beneficios significativos en el desarrollo motor, cognitivo, afectivo y social de los pacientes. En este artículo, exploraremos en profundidad la importancia de la psicomotricidad en el envejecimiento y cómo se puede implementar en la rutina diaria de las personas con Alzheimer.
Qué es la psicomotricidad y qué beneficios aporta en el envejecimiento
La psicomotricidad se define como una intervención no farmacológica que actúa sobre los aspectos motores, cognitivos, afectivos y sociales de una persona. Se basa en la estimulación del movimiento y la coordinación entre el cuerpo y la mente. En el caso de las personas con Alzheimer, la psicomotricidad puede tener un impacto significativo en su capacidad funcional y bienestar general.
La estimulación de la psicomotricidad a través de ejercicios y juegos físicos no solo mejora la capacidad motora de los pacientes, sino que también influye positivamente en su postura, equilibrio y flexibilidad. Además, estas actividades promueven la interacción social y emocional, lo que puede ayudar a reducir el aislamiento y mejorar el estado de ánimo de las personas con Alzheimer.
Una vida físicamente activa y mentalmente estimulante es esencial para mantener la autonomía y la función cognitiva en el envejecimiento. El ejercicio físico, incluyendo la psicomotricidad, no solo preserva la capacidad funcional, sino que también reduce el riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
La inactividad física es un factor clave en el deterioro de la función muscular, la marcha y el equilibrio en las personas mayores. Mediante la psicomotricidad y el ejercicio físico en general, es posible ralentizar la progresión de la atrofia muscular, la pérdida de masa ósea, de fuerza y de autonomía asociada al envejecimiento y a las enfermedades neurodegenerativas.
Actividades y juegos de tipo físico para personas con Alzheimer
Existen numerosas actividades y juegos que se pueden realizar para ejercitar la psicomotricidad en personas con Alzheimer. Estas actividades no solo promueven la estimulación de las capacidades cognitivas como la memoria, el lenguaje, la atención y las praxias, sino que también mejoran la coordinación, el equilibrio y la destreza física.
- Realización de tablas de gimnasia suave y estiramientos: Estas actividades se adaptan a la capacidad de la persona y deben ser supervisadas por un profesional médico. Los ejercicios de gimnasia suave y estiramientos ayudan a relajar la musculatura, mejorar la movilidad de las articulaciones y promover una postura corporal adecuada.
- Actividades físicas lúdicas: El baile, la práctica de deportes adaptados o juegos accesibles para la persona con Alzheimer son excelentes opciones. Estas actividades no solo estimulan la psicomotricidad, sino que también fomentan la socialización y tienen efectos beneficiosos sobre el estado de ánimo y la estimulación cognitiva. Además, pueden promover la interacción entre la persona con Alzheimer y los miembros más jóvenes de la familia.
- Juegos de tipo visuomotor: Estos juegos implican la coordinación entre los ojos, las manos y los dedos. Pueden incluir actividades como la comunicación mediante gestos, la mímica, juegos de adivinanzas o imitación. También se pueden incorporar juegos que requieran la coordinación de brazos y piernas, como la imitación de ejercicios de gimnasia, pasos de baile o secuencias motoras.
- Actividades de psicomotricidad fina: Estas actividades se centran en la estimulación de la habilidad manual, como puzzles, rompecabezas, dibujo, ensamblaje o manualidades. Es importante elegir actividades que sean del agrado de la persona con Alzheimer y que tengan algún vínculo significativo con sus gustos y preferencias.
- Diversas acciones físicas cotidianas: Algunas tareas domésticas pueden ser una excelente forma de promover la psicomotricidad en personas con Alzheimer. Actividades como cocinar, planchar, doblar la ropa o guardarla requieren destreza manual y pueden ejercitar la motricidad fina. Es fundamental promover las actividades preferidas de la persona afectada, brindando supervisión y ayuda solo en los pasos que no pueda realizar.
En el caso de personas con un importante deterioro cognitivo, también se pueden ejercitar actividades básicas de la rutina diaria, como el aseo personal y el vestirse, proporcionando ayuda cuando sea necesario. Incluso el cuidado de mascotas puede ser una forma de ejercitar la psicomotricidad y la actividad física, participando en tareas de higiene, alimentación y paseos.
Consejos para la realización de actividades y juegos para personas con Alzheimer que estimulan la psicomotricidad
Para garantizar una experiencia positiva y segura al realizar actividades y juegos de psicomotricidad con personas con Alzheimer, es importante tener en cuenta los siguientes consejos:
- Evaluar la capacidad de la persona: Antes de realizar cualquier actividad, es fundamental valorar la capacidad psicomotriz y cognitiva de la persona con Alzheimer. Es importante adaptar los ejercicios a su nivel de habilidad para fomentar su colaboración y evitar la frustración. Observar su desempeño en actividades cotidianas y identificar qué puede y qué no puede hacer es clave para diseñar actividades adecuadas.
- Comenzar lo más pronto posible: La capacidad psicomotriz tiende a deteriorarse rápidamente en personas con Alzheimer. Por tanto, es crucial comenzar a ejercitarla lo antes posible como parte de las rutinas diarias. El ejercicio continuado puede retrasar la dependencia en las actividades de la vida diaria, mejorar el estado de ánimo y preservar la función cognitiva, lo que contribuye a una mejor calidad de vida tanto para la persona con Alzheimer como para sus cuidadores.
- Fomentar el sentido de utilidad: Promover el sentido de utilidad en las actividades y juegos para personas con Alzheimer puede aumentar la motivación y la colaboración. Incluir tareas domésticas y otras actividades cotidianas no solo estimula la psicomotricidad, sino que también favorece la autoestima y el sentido de dignidad. La participación en el cuidado de mascotas también puede ser una excelente forma de ejercitar la psicomotricidad y la actividad física, al tiempo que promueve la interacción con otros miembros de la familia.
En resumen, las actividades y juegos diseñados para estimular la psicomotricidad en personas con Alzheimer ofrecen numerosos beneficios en términos de desarrollo motor, cognitivo, afectivo y social. La psicomotricidad no solo preserva la capacidad funcional, sino que también mejora la calidad de vida de las personas con Alzheimer. Al implementar estas actividades de manera adecuada y adaptada a las necesidades individuales, podemos promover la autonomía, el bienestar emocional y la interacción social en los pacientes.
Las orientaciones proporcionadas en este artículo no reemplazan el consejo médico. Es importante buscar orientación de profesionales sanitarios y contar con un plan o recomendaciones personalizadas para adaptar la actividad física a la condición y capacidad de la persona con Alzheimer.
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Fuentes de referencia
- Fundación Pasqual Maragall: Actividades de psicomotricidad para personas con Alzheimer https://www.fpmaragall.org/blog/actividades-psicomotricidad-alzheimer/